domingo, 4 de marzo de 2012

El antídoto contra la embriaguez

El antídoto contra la embriaguez (y contra la resaca) han sido buscados por el hombre con más ahínco que La Fuente de la Eterna Juventud y que El Dorado (o el Tesoro Escondido de los Incas).
Claro, muchos dirán que basta con no beber pero, ¿qué pasa si ya lo has hecho? ¿Y si debes conducir? ¿Y si deseas no sufrir los abrumadores efectos de la resaca?
Jin Liang, de la Universidad de California en Los Angeles ha descubierto un extracto de un árbol chino (variante de un primo lejano japonés) llamadoHovenia dulcis y que ha sido usado por los chinos como un remedio contra la resaca por más de 500 años, pero recientemente han dado con el principio activo, llamado Dihidromiricetina (DHM) que ya ha sido probado en ratas con un éxito que ha dejado atónitos a los investigadores, aunque aún no se ha usado (al menos oficialmente) en humanos.
En el estudio, Liang y sus colaboradores emborracharon al extremo a una rata con una dosis equivalente a una 15 a 20 copas en el transcurso de 2 horas (tampoco querían matarla) y la colocaron en una cama con forma de V. A la pobre y embriagada rata le tomó casi 70 minutos enderezarse y dar unos vacilantes pasos.
En otro grupo de ratas, se administró una dosis similar de alcohol seguido de 1 mg de DHM por kilogramo de peso y estas afortunadas ratas fueron capaces de levantarse en menos de cinco minutos. Alguna diferencia hay, ¿no es así? En otra prueba pusieron a las ratas en laberintos. Aquellas completamente ebrias simplemente se quedaron quietas (y probablemente lamentando su miserable vida de ratas de laboratorio) en un rincón, mientras que aquellas que recibieron el DHM salieron del laberinto con la misma velocidad que una rata no alcoholizada.



Finalmente, las ratas a las que se les administró rutinariamente DHM y les dieron a elegir entre beber agua azucarada y agua azucarada con alcohol,prefirieron el agua azucarada sin alcohol. Se sabe que las ratas, como muchos humanos, prefieren aquella que tiene alcohol y, con el tiempo, consumen una cantidad cada vez mayor del mismo.
Se piensa que la acción del DHM se debe a que bloquea los receptores de GABA (ácido gama amino butírico) que es donde actúa el alcohol en el cerebro y del cual dependen sus efectos. De tal forma que una rata que toma DHM no obtiene ninguna sensación placentera de las bebidas embriagantes.
Los escépticos han dicho que hay un peligro para las personas que en verdad desean embriagarse: Beberán mayor cantidad de alcohol para contrarrestar los efectos del DHM, con la consiguiente elevación de las toxinas derivadas del alcohol, el consiguiente daño hepático y la cirrosis derivada de este.
A no dudarlo, para la mayoría de las personas que beben algunas copas, será una solución ideal además de que, en muchos casos, es factible que pueda servir como coadyuvante en un tratamiento para eliminar la devastadora dependencia a esta sustancia.

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